Nicaragua es un país mágico, lleno de tradición, paisajes increíbles y gente noble y amable. La primer parada fue Ometepe, la isla también llamada “Oasis de Paz” que se encuentra en el Gran Lago Nicaragua y cuenta con dos volcanes en ella, el Concepción y Maderas, el cuál tuve la oportunidad de escalar. El simple hecho de tener esa peculiar ubicación le dan a la isla una gran energía a su alrededor y una serenidad única.
Segunda parada, Granada. Una de las ciudades más importantes del país, grande, ajetreada y con una influencia colonial española evidente. Para de ahí pasar algunos días en San Juan del Sur, el centro turístico comercial del país. Un pueblo surfo en la costa pacífica sin un gran aporte local o tradicional, pero con una playa linda y mucha vida nocturna.